ARIEL DORFMAN LEYÓ Y LIBERÓ SUS PROPIOS LIBROS LIBRES |
Sábado, 19 de Enero de 2008 13:27 |
Sentado en un banco del parque, en plena Plaza de Armas de Pudahuel, Ariel Dofman leía esta desgarrada confesión con la que empiezan sus memorias “Rumbo al Sur, deseando el Norte”. Muy apretaditos junto él, niños, jóvenes y adultos lo escuchaban entre admirados y agradecidos. Un ex preso de la dictadura de Pinochet miraba atónito la escena. Y cuando Dorfman comenzó a explayarse sobre su vida durante la Unidad Popular y sobre los sueños que intentaba construir en esa época, se acercó algo alterado a preguntarle “en qué ministerio había trabajado”. “No trabajé en ningún ministerio, fui asesor cultural del gobierno del Presidente Allende”, le contestó amigablemente el escritor, dándole fuertemente la mano e invitándolo a sentarse a su lado para compartir la charla. “Cuénteme qué le ocurrió, que sucedió con usted”, le preguntó Dorfman, quien escuchó atentamente –igual que todos los presentes- su relato de las penas pasadas. Y para sellar el momento le entregó el libro libre “Más allá del miedo, el largo adiós a Pinochet”, que su casual interlocutor recibió asombrado y aún choqueado por este encuentro tan especial para ambos. La charla siguió amena y cálida con los vecinos rodeando a este hombrón entrañable que preguntaba sobre los miedos presentes –que eran una sorpresa para él- contestaba preguntas y se explayaba sobre sus libros. Del pasado doloroso –condensado en la lectura de Rumbo al Sur deseando el Norte-, pasó a la ironía y desenvoltura de El país de los conejos mágicos, su relato para niños que también es hoy un éxito internacional. Con su voz fuerte y clara leyó parte de la historia de esos conejos subversivos y díscolos, que hicieron reír a niños y adultos. Mientras el equipo encabezado por su hijo Rodrigo Dorfman filmaba los detalles de la escena, Ariel liberaba sus libros –etiquetados como libros libres- y nos entregaba un gigantesco bolso de libros de su propia biblioteca personal para convertirlos también en libros libres.
VUELO EN EL PARQUE No se cansó de hablar y compartir. Sobre sus largas piernas estaban algunos de sus libros –especialmente enviados por él desde Estados Unidos para Libro Libre Chile- los que hojeaba, leía y liberaba con alguno de los vecinos. “A usted lo he visto muy interesado, creo que este libro le va a gustar”, le decía a algún contertulio. “Para usted, señora, que ha estado tanto rato con su guagua en brazos”, le decía a una vecina que soportaba estoicamente el calor y el peso de su hija dormida. La mayoría no sabía de su fama ni de su trayectoria en el exterior. Pero él estaba allí, de carne y hueso, en cuerpo presente, un escritor famoso, liberando sus propios libros. En medio del parque, en medio de globos que simbolizaban la libertad y de los libros libres que emulaban el vuelo de los aves. Una mágica realidad que fue posible gracias a su generosidad y capacidad de entrega sin límites. Gracias a su compromiso con Chile y con los que menos acceso tienen a los bienes culturales. Porque Ariel Dorfman trajo sus propios libros para ser liberados. Los envió desde Estados Unidos antes de su recorrido para filmar las escenas chilenas del documental que relatará su vida. Emprendieron Vuelo sus Conejos Mágicos, Rumbo al Sur deseando el Norte; Más allá del Miedo, el largo adiós a Pinochet, Viudas, entre otros, y, como si esto fuera poco, nos entregó en Pudahuel, en esa mágica tarde del 3 de diciembre, un bolsa gigante con libros para ser etiquetados y convertidos en libros libres.
La Coordinadora de Bibliotecas de la comuna, Lavinia Reyes, junto con apoyar decididamente a Libro Libre Chile para realizar el encuentro público con el escritor - salvándonos de las trabas municipales que casi impiden la realización del encuentro - incentivó a los vecinos a notificar los libros libres en las bibliotecas comunales. Increíble, pero cierto. No nos querían dar permiso para hacer el acto en el parque, a pesar que solicitamos el permiso al encargado de seguridad del municipio y conversamos con las personas del Departamento de Cultura. Pero eso al final fue un detalle olvidable. Ariel Dorfman se fue como llegó. Raudo y lleno de compromisos, con la sonrisa en los labios, las manos y el corazón abiertos. Quedaban en vuelo sus libros libres, con el compromiso de los vecinos de notificarlos y volver a liberarlos para que otros puedan disfrutar también de sus páginas. Pronto liberaremos los libros que sacó expresamente de su biblioteca personal -una proeza para un acaparador de libros, como se confiesa- para entregarlos a Libro Libre Chile, en un gesto que lo retrata de cuerpo entero. Qué podemos decir. Sólo gracias, en nombre de todos los actuales y futuros lectores y liberadores.
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