José Joaquín Brunner |
Miércoles, 19 de Septiembre de 2007 16:49 |
Cuéntanos cómo fue tu acercamiento a la lectura Inicialmente comencé a leer motivado por unos padres intensamente lectores y un hogar lleno de libros, revistas y diarios. Luego el Colegio Alemán reforzó la pasión y la convirtió en necesidad. Sobre todo, tuve un profesor que creó un círculo de lectura, fuera del colegio, y nos abrió el mundo de la literatura clásica alemana. Leímos también, y lo recuerdo con emoción, las obras de Bertholdt Brecht, Hermann Hesse y Thomas Mann. ¿Qué libros te han remecido o marcado a lo largo de tu vida y por qué razones? Tantos y tan distintos. En la infancia, los cuentos alemanes, Sandokán y las enciclopedias. Seguramente porque apelaban a la imaginación, la aventura y, las enciclopedias, al laberinto del conocimiento disponible. Después Neruda y el descubrimiento de la poesía. También el boom latinoamericano fue importante para mí, sobre todo José Donoso, Cortázar (“Rayuela”) y “Conversaciones en la Catedral”. Formativo para mí en el sentido de la complejidad del mundo y las relaciones humanas fue “El Cuarteto de Alejandría”. Y, del lado de la comprensión de la sociedad y la historia, los sociólogos clásicos: Marx y Max Weber. ¿Por qué deberíamos leer? Deberíamos hacerlo porque para conocer el mundo que nos rodea, y a los otros, y a nosotros mismos, y gozar la creatividad humana expresada en las letras, no hay nada mejor que tomar un libro y entrar en él. ¿Qué libros recomendarías como fundamentales para leer y releer? ¡Qué difícil! Hay tantos, tan fundamentales y en tantos géneros y estilos: la Biblia, el Fausto de Goethe, el teatro de Shakespeare. Más cerca de nosotros en el tiempo: Kavafis y TS. Eliot; Freud y Braudel; McLuhan y Castells; Flaubert y Joyce; Coetzee y McEwan. |